El whisky es una bebida alcohólica obtenida por la destilación de la malta fermentada, de
cereales como cebada, trigo, centeno y maíz, y su posterior envejecimiento en barriles de
madera, tradicionalmente de roble blanco. Esta bebida alcohólica se comercializa con un
contenido alcohólico de entre 40º y 62º de alcohol. El término whisky o whiskey deriva del
gaélico escocés y significa «agua de vida».